Dogging: Exhibicionistas y Voyeurs en el parque.



Dogging: Término inglés con el que se describe a la realización del acto sexual en un lugar público, y con espectadores. En castellano puede utilizarse la palabra Cancaneo o Exhibicionismo.



Eran las 8:00 am cuando en mi móvil apareció un mensaje de texto:
 
"Buenos días Sumisa Sophie, en nuestro encuentro de esta tarde quiero que vayas desnuda, vestida únicamente con el abrigo largo, sin ropa interior y con los tacones que tanto me gustan. Te recojo a las 3 de la tarde en la estación del parque.
Profesor Domine."

En nuestra última sesión, Mi Domine me dejó claro que haríamos un ejercicio nuevo para ir eliminando mis límites en cuanto al Dogging, pero no me imagine lo que me tenía preparado. Intuí que debería hacer alguna demostración sexual delante de otras personas, pero no me había dicho nada más.

Salí de mi casa a las 2:30 y tomé el metro hasta la estación del parque, pues solo me tomaría unos 20 minutos estar allí. Resultaba un poco incómodo y nervioso el viaje en metro sin nada de ropa. Evité sentarme durante el recorrido por miedo a que el abrigo se abriera, o algo así. 

A la hora indicada vi como llegaba mi amo y me hacía una señal para que me subiera a su coche. Me acomodé en la silla del copiloto siempre con la vista baja esperando a que me hablara.

- "Buenas tardes, sumisa. Te tengo un pequeño regalo, el cual usarás desde este momento hasta que yo te ordene que dejes de usarlo, entendido?"

Tomé una pequeña cajita y la abrí con delicadeza. Era una venda para los ojos, no entendía muy bien que haría con ella, pero me la coloqué, lo que me dejaba completamente ciega y empezaba a notar como mi oído se agudizaba.

- "Muy bien, ahora te iré indicando paso a paso lo que haremos pero sin mucho detalle."

Noté como el auto se detenía en lo que parecía ser un lugar muy tranquilo pues no escuchaba más coches o gente alrededor. Mi Domine salió dejándome sola lo que hizo que mi respiración aumentará pues la ansiedad de no saber a qué me enfrentaba me estaba volviendo loca. De pronto mi puerta fue abierta, tomó mi mano y me ayudó a bajar del coche.

- "Sumisa, ya sabes que debes hacer todo lo que yo te diga, vale?"

Asentí con la cabeza y empecé a caminar mientras mi Domine me iba guiando en lo que parecía ser un parque o algo parecido, pues la punta de mis tacones se atascaba cada dos pasos. Por un momento pensé que me caería.

Al detenernos empecé a escuchar murmullos como si hubiera más gente en el lugar lo que hizo aumentar aún más mi nerviosismo. Ya imaginaba que habría espectadores, pero me el no saber quien había era aún mas inquietante.

- "Quiero que te quites el abrigo y así empezaremos con el ejercicio Sumisa."

Desabotoné lentamente mi abrigo, dejándolo caer y colocando mis manos pegadas a mi cuerpo, intentando taparme. Podía sentir la sensación de ser observada y no solo era por mi Domine sino por varias personas. Mi pulso estaba a mil, pues una cosa era estar desnuda frente a mi Amo y otra ser expuesta a los ojos de otros.

- "Arrodíllate y abre la boca Sumisa."

Su voz de mando lograba que me empezara a excitar y a agitarme bastante. Me puse de rodillas en lo que parecía ser una manta sobre el césped y abrí mi boca como buena niña. Pude escuchar como mi Domine bajaba la cremallera de su pantalón, y noté como su polla dura entraba lentamente mientras sus manos tomaban mi cabeza para que pudiera follarme la boca como a él le gusta.

El inicio fue un poco lento, para que me acostumbrara a tenerla dentro, y poco a poco aumentó el ritmo hundiendo su miembro hasta el fondo, y provocándome un poco de asfixia. Las embestidas en mi boca eran cada vez más fuertes, lo que me estaba excitando muchísimo y sentía como mis flujos empezaban a bajar por mis muslos.

Una gran explosión llenó mi garganta de su leche atragantándome un poco. Como siempre, yo debía ser buena sumisa, y tragármela toda o recibiría mi castigo.

Mientras mi Domine me follaba la boca no pude evitar el escuchar un par de gemidos y respiraciones aceleradas a mi lado lo que me aseguraba que no estábamos solos. Alguien más había a mi alrededor practicando el sexo, lo cual me puso más tonta todavía. Para colmo, también se oían otras voces. Era obvio que allí había más gente, mirando el espectáculo y comentando la jugada. Podía oír sin problemas cómo cuchicheaban.

Tras un breve descanso, el Profesor Domine me colocó en 4, y tras darme un par de azotes en mi culo, lo que me hacía brincar un poco, y comenzó a acariciar mi coño mojado. Cuando ya estaba bien caliente, no dudó en penetrarme una y otra vez haciéndome correr varias veces, mientras me embestía con fuerza, introducía uno de sus dedos en mi culo lo que me hacia gemir aún más, nuevamente se corrió pero esta vez su leche se derramó entre mis nalgas dejándomelas totalmente cubiertas.

De repente, sin esperarlo, escuché unos tímidos aplausos. No hacían mucho ruido, como si quisieran no llamar la atención, pero no me costó averiguar que como mínimo había 10 personas más en aquel parque. Era obvio que estábamos haciendo el ejercicio del Dogging.

- "Lo has hecho muy bien Sumisa. Ahora pon tus manos atrás y abre nuevamente tu boca."

Mi Domine colocó unas esposas en mis muñecas y las ajustó. No sabía que me esperaba, pero el hecho de que hubiera más gente allí me ponía excitada. De pronto sentí como una polla entraba de a mi boca, dura y mojadita, pero esta vez no era la de mi Domine. Tenía otro sabor y no era tan gruesa como la suya. Una mano extraña apretaba mis senos con fuerza, estaba claro que mi boca iba a ser follada por alguien más.

El sujeto tomó mi cabeza con fuerza  y empezó a hundir su polla hasta mi garganta ahogándome por completo haciendo que me salieran un par de lágrimas que se fueron mezclando con la saliva que me escurría, seguía pasando su mano por mis tetas jalando con fuerza mis pezones como si me los quisiera quitar. No duró mucho hasta que se corrió en mi boca, obligándome a tragarme su leche.

Unas manos me acomodaron sobre una especie de almohada o algo acolchonado de tal manera que mi culo quedó elevado y mi cabeza hundida en la almohada, sin siquiera poder respirar.

Una polla dura entró duro por mi coño, lo que me hizo gemir fuerte. Las embestidas cada vez eran más intensas y sin piedad. No podía saber si era el mismo sujeto que me había follado la boca o se trataba de otro. Lo que sí sabía era que no era mi Domine, porque sus movimientos eran diferentes, eso me hacía inhibirme un poco y sacarme de mi concentración en el ejercicio.

Por un par de segundos el sujeto detuvo sus embestidas en mi coño, lo que me dio un poco de tiempo para descansar, aunque no tardé mucho en notar que tenía su polla nuevamente  en mi boca, asfixiándome. Como antes, no tardó mucho en correrse, obligándome otra vez a tragarme su semen sin poder respirar.
    
A este punto mi cuerpo temblaba como nunca pues ya había tenido unos cuantos orgasmos y estaba súper mojada con todo tipo de fluidos regados por mis piernas.

Mi Domine retiró la venda de mi ojos y descubrí alrededor mío que había un par de parejas masturbándose y teniendo sexo. También pude ver otras personas que solo observaban el espectáculo, como meros espectadores.

Luego retiró las esposas de mis muñecas y me ayudo a levantarme del suelo. Yo me limpié un poco e hice lo propio con la polla de mi Domine, con mucha delicadeza, como siempre hago. Lo vestí como era costumbre, me coloqué el abrigo y salimos de aquel parque.
     
Debo decir que disfruté de esta nueva experiencia, aunque era muy raro para mi sentir que ya no era solo mi Domine quien me follaba. Aunque inicialmente los nervios no me permitieron dejarme ir, el morbo de ser observada y más el hecho de ser usada por otro Amo me habían quitado todo tipo de miedo. El ejercicio del Dogging había acabado satisfactoriamente para todos.

Acababa de ser follada, en un lugar publico y con espectadores…

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